La tecnología resultó ser una gran aliada del proceso educativo durante la pandemia generada por la COVID-19, y su papel en la actualidad debe seguir siendo determinante.
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El modelo educativo fue puesto a prueba cuando se propagó por el mundo el nuevo coronavirus. Una enfermedad infecciosa causada por el virus SARS-CoV-2 o Covid-19 testeó la capacidad de resiliencia de la humanidad, que debió confinarse para evitar una mayor propagación.
Esa realidad propició que la tecnología tomara un papel más relevante en los procesos educativos a todo nivel, brindando alternativas de aprendizaje para estudiantes de todas las disciplinas, desde la seguridad de sus hogares. Sin embargo, ese contexto mundial también hizo visibles los grandes retos que afrontaban docentes e instituciones educativas, en el objetivo de acercar el conocimiento a sus educandos de manera eficiente, con igualdad y calidad.
En el caso particular de los países de América Latina, estos retos estaban principalmente asociados a la disparidad en el acceso a tecnologías de la información y las comunicaciones en los territorios rurales, e incluso al interior de las zonas urbanas vulnerables, provocando afectaciones en el acceso a la educación, brechas en los resultados académicos y deserción escolar.
“De acuerdo con la Unesco (2020), antes de empezar la pandemia, el porcentaje de hogares de los países de América Latina y el Caribe con conexión a Internet era inferior al 50%”, así lo afirma el informe Efectos de la Pandemia sobre el Sistema Educativo: Caso Colombia, emitido por el Banco de la Republica. Este documento agrega también que “la formación virtual impuso retos al sistema educativo, especialmente a los docentes, puesto que muchos de ellos no estaban preparados para enseñar a través de formas no presenciales”.
Superado el COVID-19 ¿Qué viene?
Superada la emergencia sanitaria, las escuelas y universidades reabrieron sus puertas a docentes y estudiantes mejor preparados para afrontar la educación virtual y sus ventajas. Sin embargo, el regreso a la presencialidad requiere un mayor esfuerzo de los gobiernos y las autoridades educativas para evitar que las tecnologías de la información y las comunicaciones no queden por fuera de las aulas de clase.
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Plataformas con software educativo que hacen el aprendizaje y el pensamiento computacional más fácil y divertido, a través de la dinámica y el juego, así como, aulas inteligentes integradas a dispositivos móviles que permiten la interacción entre docentes y estudiantes, y, simuladores para el desarrollo de destrezas en la educación técnica y superior, son solo algunas de las posibilidades que ofrecen las TICs al proceso pedagógico de hoy.
Un caso de éxito de esta clase de iniciativas tecnológicas, fue implementado en el departamento del Atlántico, al norte de Colombia, allí, la plataforma conocida como Educajunto, facilita en tiempo real la interacción digital entre las instituciones educativas y sus estamentos.
Esta aplicación móvil permite a padres de familia y docentes realizar un seguimiento al avance escolar, mantener comunicación directa entre los estamentos, realizar planeación del periodo escolar, y mantener control y monitoreo de las actividades propuestas a los estudiantes.
Estos por su parte, cuentan con una herramienta que los integra al proceso académico de manera virtual, con espacios desarrollados para la profundización y desarrollo de actividades.
En la actualidad, son muchos los sistemas y plataformas que ofrecen alternativas para garantizar un mayor acceso a la educación, incluso en zonas distantes o con problemas de conectividad, facilitan los procesos pedagógicos y propician escenarios innovadores de aprendizaje.
En conclusión, la pandemia del Covid-19 alteró muchas de las conductas que como sociedad habíamos construido, incluyendo la manera de aprender y comunicarnos. Con un futuro prometedor pero desafiante por delante, la sociedad debe aprovechar estos cambios para consolidar una sociedad más justa y mejor preparada para los desafíos del mundo moderno, explotando al máximo las posibilidades que ofrece la tecnología en los escenarios educativos.